
La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo de chicas y chicos jóvenes. Es en esta edad en la que la socialización se intensifica fuera de la familia, en entornos no cercanos, con otros jóvenes, en grupos diversos y en parejas. Debiendo tener presente en éste último caso, las parejas, que los padres y familiares deben prestar especial atención sobre algunas cuestiones que, de no detectarse y ser corregidas para favorecer la igualdad, pueden suponer un peligro para el normal desarrollo de la personalidad y el carácter, impidiendo o dificultando el establecimiento de relaciones positivas. Para abordar esta cuestión vamos a plantear un sencillo ejemplo ilustrativo de un problema que afecta a muchas chicas jóvenes en sus primeras relaciones de pareja, problema que puede derivar en llegar a ser ellas mismas víctimas de la violencia de género Ejemplo en el que quizás puedan verse reflejadas o en el que podamos identificar situaciones de nuestro círculo familiar.
Paula es una chica de 3º de ESO que lleva nueve meses saliendo con un chico de su instituto, Jorge. Jorge es un chico que también cursa 3° de ESO, maduro para su edad y atractivo, pero es repetidor y está en otra clase diferente a la de Paula. Ella siempre ha sido buena estudiante pero, para sorpresa de sus padres y profesores, este año ha sacado varios suspensos en el primer trimestre. Además, hace tiempo que no sale con sus amigas de siempre, con las que iba a todos los sitios, y ha dejado de acudir al cluben el que practicaba deporte, y eso que antes nunca se perdia un partido. Todos piensan que simplemente es que le gusta más compartir con Jorge su tiempo.
Pero… un dia un par de amigas ven a Jorge en una plaza besando a otra chica. No saben cómo decírselo, pero están muy preocupadas. Después de unos dias le cuentan a Paula lo que han visto. Pero ella no se lo cree. Prefiere creer que sus amigas quieren romper su relación con Jorge. Piensa que le envidian por estar con Jorge. Además no sabe cómo plantear esta situación a Jorge, y no lo habla con nadie. Sin embargo, poco a poco, Jorge cada dia es un poco más agresivo con ella, con veladas amenazas y menosprecios. Pero Paula no reconoce esta violencia y piensa que son celos por amor.
Esta situación ficticia podría ser real. La ruptura con las amistades previas, el bajo rendimiento escolar, la apatía por cosas que antes hacía, la negación de la realidad, etc., son sólo algunos de los síntomas que se dan en la realidad y que pueden mostrar un cambio de conducta. Saber los motivos por el que se produce el cambio en la conducta es importante para poder ayudar a nuestros hijos e hijas . ¿ Qué podemos hacer como padres y madres ? ¿ Cómo detectar si una relación puede ser peligrosa? La familia es importante para prevenir estas situaciones. Estar atentos a los cambios en el comportamiento es una buena estrategia. Asi, tras establecer una relación de pareja, si detectamos que nuestro hijo o hija:
- Se muestra más irascible,
- Hace tiempo que no vea a sus amigas o amigos, o percibimos que se relaciona menos con ellas o ellos,
- Esta todo el tiempo con el chico o chica que es su pareja,
- Ha cambiado sustancialmente su forma de vestir, parece otra u otro
- Su rendimiento académico ha disminuido de forma importante, su comportamiento en el colegio o instituto es diferente, el profesorado nos comenta que ha empeorado su actitud en clase
- Está pegada al móvil, Messenger, Tuenti, Facebook u otras redes sociales, y siempre interactuando con su pareja.
- Ha dejado de practicar deporte o ya no va a las actividades de ocio desde que tiene pareja,
- Su autoestima es ahora bastante baja, o
- Su relación con la familia se ha deteriorado, la confianza de antaño ya no existe.
Deberíamos de hablar con ella o él, interesándonos sinceramente por sus relaciones, y tratar de hacerle ver que compartir con su familia y amigos sus sentimientos, miedos, dudas o pensamientos, es bueno y positivo. También podemos pedir la colaboración de profesionales, tanto de las administraciones públicas a través de sus servicios de bienestar social, asociaciones e instituciones, como de profesionales de la psicología, que nos ayuden a detectar si se trata de una posible relación sexista. Asi podremos detectar si esa relación es peligrosa y si nuestra ayuda es necesaria, evitando y previniendo situaciones de violencia de género futuras, ayudando a nuestros hijos e hijas.
Más información en: www.adrianapsicologia.es
Teléfono 695 90 78 29